Recuerdo esos tiempos, ¿te acordás vos también?
Plena adolescencia, amor de colores, de resaltadores...notitas entre fórmulas de química...¿te acordás?
Jugar a no pasa nada, el resto hablando, cuchicheando, indagando; y nosotros nada, en el aula nada. Yo una más (un chiste de tanto en tanto quizá), y vos uno más (una respuesta a una pregunta no hecha tal vez)
Salíamos de la escuela y caminábamos hasta encontrar una plaza, sentarnos, hablar, besarnos...besarnos como se besan los chicos a los 16. Y hablar y besarnos más, y rogar que no llegue la hora de volver, "pará que le aviso a mi mamá que me demoro" y escribir lo más graciosamente posible para que no se enoje, para que no me rete, para que me deje estar con vos cinco minutos más. Y emprender el regreso a casa...la vía, y yo por la escalerita rota que separaba mi oeste de tu este.
Y esperar el colectivo. ¿te conté alguna vez que amaba esperar el colectivo con vos, y odiaba que llegara? Maldita bestia de metal, llegando para separarme de vos. Siempre fue así con el colectivo: demoraba una eternidad cuando lo esperaba en la soledad de no estar con vos, y llegaba en un minuto cuando lo esperaba en el calor de tu presencia.
Nos quisimos un montón, ¿te acordás? éramos un carrousel, de esos lindos del siglo XVIII, eh! no cualquier calesita. Hermoso carrousel lleno de música, magia y colores...teníamos 16, no se agarra el anillo a los 16, pero siempre queda el recuerdo del viaje...música, besos, magia, caminatas, colores.
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