Era domingo...bueno, ya lunes en realidad.
"Lunes por la madrugada..." pero no había cara sonriente, cómplice para ver. Solo esas náuseas que de tanto en tanto la invadían. El recuerdo. Él.
¿Todavía él? las náuseas. El ventilador en la cara. La música sonando. La oscuridad de su cuarto. Las náuseas. ¿Qué iba a hacer? habían pasado meses, y pensar en él seguía descomponiendola, como si su recuerdo fuera algo putrefacto, una masa marrón verdosa, muerta y horrible.
Se calmó. "Ya está, no pasa más nada" pensó.
Pasaron varios domingos...bueno, ya lunes en realidad.
Sabía que ese amor había sido en vano, se serenó, encendió la luz...y las náuseas no la invadieron nunca más.
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